Garrincha fue un extraordinario futbolista brasileño. Campeón del mundo con Brasil en Suecia 1958 y Chile 1962, en donde fue elegido unánimemente como el mejor futbolista del torneo.
Manuel Francisco Dos Santos nació en Pau Grande, Río de Janeiro, Brasil, el 28 de octubre de 1933, y falleció el 20 de enero de 1983, a los 49 años, en esa misma ciudad
Fue bautizado Garrincha por uno de sus hermanos. Garrincha además, es el nombre de un pájaro que vive en las selvas del Mato Grosso, en Brasil. Dicha ave es fea, pero al mismo tiempo increíblemente veloz y torpe, por lo que suele ser cazada con mucha facilidad. Mané se ganó aquel nombre porque sus hermanos consideraban que era libre, puro y feo como aquel pájaro.
Garrincha nació Zambo, es decir, que tenía los pies girados 80 grados hacia adentro, su pierna derecha era 6 cm más larga que la otra, además tenía la columna vertebral torcida y sus problemas se agravaron por una severa poliomielitis. De pequeño lo operaron para curarle la anormalidad de las piernas,pero no quedó bien, y esas mismas piernas le sirvieron para confundir a sus rivales, amagando jugar para un lado e irse para el otro. Además de todo, cabe destacar que era adicto al tabaco desde los diez años.
A pesar de que los médicos no le diagnosticaron un buen futuro deportivo, aprendió a jugar al fútbol y esa se convirtió en su mayor virtud. El psicólogo del seleccionado brasileño, el profesor Joao de Carvalahaes, consideraba que Garrincha era "un débil mental no apto para desenvolverse en un juego colectivo".
Dio sus primeros pasos futbolísticos en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba. Su primer equipo profesional fue el Botafogo, de Río de Janeiro, club en el que cumplió su más brillante labor, desde 1956 a 1964. En este club obtuvo tres títulos, y además fue elegido el mejor jugador del mundo en 1962.
Este futbolista, que era veloz como un pájaro, solía cazarlos al vuelo. Garrincha nació Zambo, es decir, que tenía los pies girados 80 grados hacia adentro, y tenía una pierna 6 cm más larga que la otra, además tenía la columna vertebral torcida. De pequeño lo operaron para curarle la anormalidad de las piernas, pero no quedó bien, y esas mismas piernas le sirvieron para confundir a sus rivales, amagando jugar para un lado e irse para el otro.
A pesar de que los médicos no le diagnosticaron un buen futuro deportivo, aprendió a jugar al fútbol y esa se convirtió en su mayor virtud. Dio sus primeros pasos futbolísticos en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba. Su primer equipo profesional fue el Botafogo, de Río de Janeiro, club en el que cumplió su más brillante labor, desde 1956 a 1964. En este club obtuvo tres títulos, y además fue elegido el mejor jugador del mundo en 1962.
En 1964 pasó al Corinthians de San Pablo; en 1968 se unió al equipo Junior, de Barranquilla, Colombia, club para el cual sólo jugó un partido contra Independiente Santa Fe de Bogotá, en el estadio Romelio Martínez, que se llenó para verlo jugar; en 1969 pasó al Flamengo; en 1971 fue contratado por el Red Star París, y en 1972 jugó en Olaria, de Río de Janeiro, club en el que cerró su carrera deportiva.
Participó de tres Copas Mundiales de la FIFA: Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966, obteniendo el primer puesto en las dos primeras. En Suecia 1958 formó una de las mejores delanteras de la historia junto a Pelé, Didí, Vavá y Mario Lobo Zagallo. Jugó con la selección 60 partidos, de los cuales ganó 52, empató 7 y perdió sólo 1. Y un dato más que llamativo: nunca Brasil cayó con Garrincha y Pelé jugando juntos con la verdeamarilla.[3]
Existe el rumor de que cuando el árbitro señaló el término del encuentro del mundial de 1958 Garrincha, al ver a sus compañeros celebrar el triunfo, preguntó que qué pasaba y cuando le contestaron que había terminado el mundial y eran campeones se cabreó porque eso significaba que ya no jugarían más y que se tenían que volver a Brasil. Además, otra anécdota que circula es la de que durante el mundial de 1958 se compró una radio, por lo cual sus compañeros le dijeron que para qué la quería si solo iba a poder escucharla en sueco. Garrincha la encendió y al darse cuenta de aquello la devolvió.
En su vida privada Garrincha era amante de la noche, el tabaco y el alcohol. Se casó tres veces y tuvo en total 36 hijos, de los cuales sólo reconoció a 9. Finalmente falleció en la miseria, el 20 de enero de 1983 en Río de Janeiro, según los médicos como consecuencia de un síndrome alcohólico y una posterior congestión pulmonar. Su velatorio se realizó en el estadio Maracaná, y su ataúd fue cubierto con una bandera del club que lo vio brillar, el Botafogo.
Participó de tres Copas del Mundo: Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966, obteniendo el primer puesto en las dos primeras. En Suecia 1958 formó una de las mejores delanteras de la historia junto a Pelé, Didí, Vavá y Zagalo. Jugó con la selección 60 partidos, de los cuales ganó 52, empató 7 y perdió sólo 1.
Garrincha fue un puntero derecho, tal vez el mejor de todos los tiempos, de extraordinaria destreza y gambeta, con veloces desbordes y amagues que solían desconcertar a sus rivales
Si hay un dios que rige el fútbol, ese Dios es sobre todo irónico y farsante, y Garrincha fue uno de sus súbditos encargado de escaparse de todo y todos... Fue un pobre y pequeño mortal que ayudó un país entero a sublimar sus tristezas. Lo peor es que las tristezas vuelven, y no hay otro Garrincha disponible. Es preciso uno nuevo, que nos alimente el sueño". Esa cita es de Carlos Drummond de Andrade, el mayor poeta modernista brasileño. Y nunca fue leído por el alagoano Amaro, analfabeto, borracho, zambo y mujeriego. Sin embargo, el padre de Manoel Francisco dos Santos, el esencial Garrincha, uno de los mejores peloteros del planeta
Pero nadie en Pau Grande discutía que el adolescente bebiera. Increíble era que jugase bola con la rodilla derecha girada hacia adentro y la izquierda hacia afuera, defecto que resultaba en una pierna más corta y el bazo descolocado. Y que jugara tanto en el equipo de la industria textil América Fabril, donde el huidizo operario Garrincha cambiaba trabajo por partiditos de calle.
Sólo que él era el as de equipo de la fábrica, lo que llevó al Serrano de Petrópolis a contratarlo, remunerándolo por partido. Esta forma de salario creará en él las ganas de vivir del tercero placer. Después del sexo y de la bebida, en este orden, lo que más le gustaba era jugar. Y además hizo que su tío Manoel Caieira -cachaceiro inveterado- quiso hacerle fichar por uno de los clubes cariocas de renombre.En 1950, Caieira lo llevó al Vasco y al São Cristóvão.
En el 51, al Flamengo y al Fluminense, todos sin éxito. Garrincha quiso desistir de los grandes equipos cuando -ya casado con Nair, operaria que le dará una hija- el Botafogo le invitó a una prueba. Y sólo el 10 de junio de 1953 fue allí. Ese día, Nilton Santos pidió con insistencia que lo contrataran, inclusive, para aliviar el resto de su vida, teniendo la certeza de que jamás sería desmoralizado por alguien en el fútbol.Botafogo pagó la miseria de 27 dólares al Serrano y a Garrincha un salario ridículo. Mané trajo su amante Iraci a Río.
Y cada semana subía a la montaña para beber y hacer el amor a la negrita Nair, con quien hizo siete hijas más. En el club creció en la punta derecha, pero el equipo estuvo mal en el 53, 54 e 55. Es en la Copa O´Higgins, el 19 de septiembre de 1955, que Garrincha se estrenó en el seleccionado brasileño. Y sólo en 1957, cuando Botafogo fue campeón carioca, volvería al equipo. Al año siguiente, Mané ganó el Mundial en Suecia, donde, además de beber, lo que tenía autorizado, hizo con una amante a Ulf Lindberg, un hermano nórdico a los dos hijos que tuvo con Iraci, la mulata de Pau-grande, a quien olvidará pronto.
Sin embargo, su hecho mayor no fue esa neuropatía. No, él hizo mucha más... Además de la magia del regate inimitable, Mané legó al fútbol el caballeresco gesto de echar la pelota fuera para socorrer alguien. Y una vez, en México, al verle driblar tantas veces un lateral del River Plate, la masa se puso a gritar olé, el grito incentivo de las corridas, hoy incorporado en los estadios del mundo. Aun más: las frases sutiles y cortas. Chile, 1962, un reportero de radio pide: "Al micrófono para su despedida". Y Garrincha: "Adiós micrófono". Con otro reportero fue diplomata : "Nací Flamengo, pero crecí Botafogo". En este club, el honrado almirante Lima Lages escuchó cuando el extremo derecha dijo, serio y sin pestañear, a un presidente cuanto quería
recibir de salario: "Como mínimo, el máximo".
No disputó los dos primeros partidos del Mundial de Suecia 58. Ni tampoco Pelé. Brasil había llegado todavía bajo el síndrome del Maracanazo. La confederación brasileña llevó médicos, preparadores físicos y psicólogos. Y todos coincidían: "Garrincha no está preparado". Sólo la intervención de sus compañeros ante el seleccionador, Vicente Feola, permitió que debutaran ante la Unión Soviética. Era la época del Sputnik y del acercamiento científico de los soviéticos en la guerra fría. Feola los temía. Pero entre Garrincha y Pelé los pulverizaron. Su compadre Nilton Santos lo recuerda así: "Los soviéticos nos marcaban al hombre, pero, de repente, comenzaron a amontonar gente en el lado izquierdo de su defensa". Fue el inicio de una era gloriosa para Brasil, que batió a Suecia en la final (5-2). Cuatro años después, la canarinha llevó casi el mismo equipo a Chile 62. Pelé se lesionó en el segundo partido y Garrincha tuvo un ascendente sólo comparable al de Maradona en México 86.
Pelé y Garrincha fueron dos personalidades opuestas. No hubo un futbolista más amateur en su espíritu que Garrincha. Ni nadie más profesional que Pelé. Garrincha fue incorregible y se peleó con el establishment. Pelé llegó a ser el establishment.
su tumba, en el cementerio de Raiz da Serra, a 50 kilómetros de Río, sigue tan abandonada como entonces. El túmulo recibe pocas visitas. La última, el 2 de noviembre. Alguien dejó flores, lloró y se fue. Su hermana Rosa, de 82 años, la que le puso el apodo de Garrincha (un pájaro feo y veloz de la selva del Mato Grosso), se niega a que trasladen los restos a un mausoleo que mandó construir el alcalde de Pau Grande, localidad de 8.000 habitantes que le ha dedicado escuelas, un estadio y varios bares. Su nieto Rafael se prepara para una prueba en el Botafogo, el club del abuelo.
Hay un sentimiento nacional de culpa. Él nunca abandonó sus raíces populares. Fue explotado por el fútbol y se convirtió en el símbolo de la mayoría de los brasileños, que también son explotados", explicó el antropólogo José Sergio. "Dentro de 400 años, cuando se hable de fútbol, se hablará de Garrincha", sentenció João Saldanha, el seleccionador que llevó a Brasil al Mundial de México 70. "Le gustaba la cerveza y el aguardiente, pero odiaba ser elogiado", remachó esta semana su primer entrenador en el Esporte Clube de Pau Grande, Seu Toti, de 85 años.
Copa Mundial de Fútbol de 1958
Suecia
Campeón
Copa Mundial de Fútbol de 1962
Chile
Campeón
Copa Mundial de Fútbol de 1966
Inglaterra
Primera Ronda
Máximo Goleador de la Copa Mundial de Fútbol
1962
Mejor Jugador de la Copa Mundial de Fútbol
1962
Elegido el 4º Mejor jugador sudamericano del siglo
2006
Elegido el 8º Mejor futbolista del siglo
2004
Manuel Francisco Dos Santos nació en Pau Grande, Río de Janeiro, Brasil, el 28 de octubre de 1933, y falleció el 20 de enero de 1983, a los 49 años, en esa misma ciudad
Fue bautizado Garrincha por uno de sus hermanos. Garrincha además, es el nombre de un pájaro que vive en las selvas del Mato Grosso, en Brasil. Dicha ave es fea, pero al mismo tiempo increíblemente veloz y torpe, por lo que suele ser cazada con mucha facilidad. Mané se ganó aquel nombre porque sus hermanos consideraban que era libre, puro y feo como aquel pájaro.
Garrincha nació Zambo, es decir, que tenía los pies girados 80 grados hacia adentro, su pierna derecha era 6 cm más larga que la otra, además tenía la columna vertebral torcida y sus problemas se agravaron por una severa poliomielitis. De pequeño lo operaron para curarle la anormalidad de las piernas,pero no quedó bien, y esas mismas piernas le sirvieron para confundir a sus rivales, amagando jugar para un lado e irse para el otro. Además de todo, cabe destacar que era adicto al tabaco desde los diez años.
A pesar de que los médicos no le diagnosticaron un buen futuro deportivo, aprendió a jugar al fútbol y esa se convirtió en su mayor virtud. El psicólogo del seleccionado brasileño, el profesor Joao de Carvalahaes, consideraba que Garrincha era "un débil mental no apto para desenvolverse en un juego colectivo".
Dio sus primeros pasos futbolísticos en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba. Su primer equipo profesional fue el Botafogo, de Río de Janeiro, club en el que cumplió su más brillante labor, desde 1956 a 1964. En este club obtuvo tres títulos, y además fue elegido el mejor jugador del mundo en 1962.
Este futbolista, que era veloz como un pájaro, solía cazarlos al vuelo. Garrincha nació Zambo, es decir, que tenía los pies girados 80 grados hacia adentro, y tenía una pierna 6 cm más larga que la otra, además tenía la columna vertebral torcida. De pequeño lo operaron para curarle la anormalidad de las piernas, pero no quedó bien, y esas mismas piernas le sirvieron para confundir a sus rivales, amagando jugar para un lado e irse para el otro.
A pesar de que los médicos no le diagnosticaron un buen futuro deportivo, aprendió a jugar al fútbol y esa se convirtió en su mayor virtud. Dio sus primeros pasos futbolísticos en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba. Su primer equipo profesional fue el Botafogo, de Río de Janeiro, club en el que cumplió su más brillante labor, desde 1956 a 1964. En este club obtuvo tres títulos, y además fue elegido el mejor jugador del mundo en 1962.
En 1964 pasó al Corinthians de San Pablo; en 1968 se unió al equipo Junior, de Barranquilla, Colombia, club para el cual sólo jugó un partido contra Independiente Santa Fe de Bogotá, en el estadio Romelio Martínez, que se llenó para verlo jugar; en 1969 pasó al Flamengo; en 1971 fue contratado por el Red Star París, y en 1972 jugó en Olaria, de Río de Janeiro, club en el que cerró su carrera deportiva.
Participó de tres Copas Mundiales de la FIFA: Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966, obteniendo el primer puesto en las dos primeras. En Suecia 1958 formó una de las mejores delanteras de la historia junto a Pelé, Didí, Vavá y Mario Lobo Zagallo. Jugó con la selección 60 partidos, de los cuales ganó 52, empató 7 y perdió sólo 1. Y un dato más que llamativo: nunca Brasil cayó con Garrincha y Pelé jugando juntos con la verdeamarilla.[3]
Existe el rumor de que cuando el árbitro señaló el término del encuentro del mundial de 1958 Garrincha, al ver a sus compañeros celebrar el triunfo, preguntó que qué pasaba y cuando le contestaron que había terminado el mundial y eran campeones se cabreó porque eso significaba que ya no jugarían más y que se tenían que volver a Brasil. Además, otra anécdota que circula es la de que durante el mundial de 1958 se compró una radio, por lo cual sus compañeros le dijeron que para qué la quería si solo iba a poder escucharla en sueco. Garrincha la encendió y al darse cuenta de aquello la devolvió.
En su vida privada Garrincha era amante de la noche, el tabaco y el alcohol. Se casó tres veces y tuvo en total 36 hijos, de los cuales sólo reconoció a 9. Finalmente falleció en la miseria, el 20 de enero de 1983 en Río de Janeiro, según los médicos como consecuencia de un síndrome alcohólico y una posterior congestión pulmonar. Su velatorio se realizó en el estadio Maracaná, y su ataúd fue cubierto con una bandera del club que lo vio brillar, el Botafogo.
Participó de tres Copas del Mundo: Suecia 1958, Chile 1962 e Inglaterra 1966, obteniendo el primer puesto en las dos primeras. En Suecia 1958 formó una de las mejores delanteras de la historia junto a Pelé, Didí, Vavá y Zagalo. Jugó con la selección 60 partidos, de los cuales ganó 52, empató 7 y perdió sólo 1.
Garrincha fue un puntero derecho, tal vez el mejor de todos los tiempos, de extraordinaria destreza y gambeta, con veloces desbordes y amagues que solían desconcertar a sus rivales
Si hay un dios que rige el fútbol, ese Dios es sobre todo irónico y farsante, y Garrincha fue uno de sus súbditos encargado de escaparse de todo y todos... Fue un pobre y pequeño mortal que ayudó un país entero a sublimar sus tristezas. Lo peor es que las tristezas vuelven, y no hay otro Garrincha disponible. Es preciso uno nuevo, que nos alimente el sueño". Esa cita es de Carlos Drummond de Andrade, el mayor poeta modernista brasileño. Y nunca fue leído por el alagoano Amaro, analfabeto, borracho, zambo y mujeriego. Sin embargo, el padre de Manoel Francisco dos Santos, el esencial Garrincha, uno de los mejores peloteros del planeta
Pero nadie en Pau Grande discutía que el adolescente bebiera. Increíble era que jugase bola con la rodilla derecha girada hacia adentro y la izquierda hacia afuera, defecto que resultaba en una pierna más corta y el bazo descolocado. Y que jugara tanto en el equipo de la industria textil América Fabril, donde el huidizo operario Garrincha cambiaba trabajo por partiditos de calle.
Sólo que él era el as de equipo de la fábrica, lo que llevó al Serrano de Petrópolis a contratarlo, remunerándolo por partido. Esta forma de salario creará en él las ganas de vivir del tercero placer. Después del sexo y de la bebida, en este orden, lo que más le gustaba era jugar. Y además hizo que su tío Manoel Caieira -cachaceiro inveterado- quiso hacerle fichar por uno de los clubes cariocas de renombre.En 1950, Caieira lo llevó al Vasco y al São Cristóvão.
En el 51, al Flamengo y al Fluminense, todos sin éxito. Garrincha quiso desistir de los grandes equipos cuando -ya casado con Nair, operaria que le dará una hija- el Botafogo le invitó a una prueba. Y sólo el 10 de junio de 1953 fue allí. Ese día, Nilton Santos pidió con insistencia que lo contrataran, inclusive, para aliviar el resto de su vida, teniendo la certeza de que jamás sería desmoralizado por alguien en el fútbol.Botafogo pagó la miseria de 27 dólares al Serrano y a Garrincha un salario ridículo. Mané trajo su amante Iraci a Río.
Y cada semana subía a la montaña para beber y hacer el amor a la negrita Nair, con quien hizo siete hijas más. En el club creció en la punta derecha, pero el equipo estuvo mal en el 53, 54 e 55. Es en la Copa O´Higgins, el 19 de septiembre de 1955, que Garrincha se estrenó en el seleccionado brasileño. Y sólo en 1957, cuando Botafogo fue campeón carioca, volvería al equipo. Al año siguiente, Mané ganó el Mundial en Suecia, donde, además de beber, lo que tenía autorizado, hizo con una amante a Ulf Lindberg, un hermano nórdico a los dos hijos que tuvo con Iraci, la mulata de Pau-grande, a quien olvidará pronto.
Sin embargo, su hecho mayor no fue esa neuropatía. No, él hizo mucha más... Además de la magia del regate inimitable, Mané legó al fútbol el caballeresco gesto de echar la pelota fuera para socorrer alguien. Y una vez, en México, al verle driblar tantas veces un lateral del River Plate, la masa se puso a gritar olé, el grito incentivo de las corridas, hoy incorporado en los estadios del mundo. Aun más: las frases sutiles y cortas. Chile, 1962, un reportero de radio pide: "Al micrófono para su despedida". Y Garrincha: "Adiós micrófono". Con otro reportero fue diplomata : "Nací Flamengo, pero crecí Botafogo". En este club, el honrado almirante Lima Lages escuchó cuando el extremo derecha dijo, serio y sin pestañear, a un presidente cuanto quería
recibir de salario: "Como mínimo, el máximo".
No disputó los dos primeros partidos del Mundial de Suecia 58. Ni tampoco Pelé. Brasil había llegado todavía bajo el síndrome del Maracanazo. La confederación brasileña llevó médicos, preparadores físicos y psicólogos. Y todos coincidían: "Garrincha no está preparado". Sólo la intervención de sus compañeros ante el seleccionador, Vicente Feola, permitió que debutaran ante la Unión Soviética. Era la época del Sputnik y del acercamiento científico de los soviéticos en la guerra fría. Feola los temía. Pero entre Garrincha y Pelé los pulverizaron. Su compadre Nilton Santos lo recuerda así: "Los soviéticos nos marcaban al hombre, pero, de repente, comenzaron a amontonar gente en el lado izquierdo de su defensa". Fue el inicio de una era gloriosa para Brasil, que batió a Suecia en la final (5-2). Cuatro años después, la canarinha llevó casi el mismo equipo a Chile 62. Pelé se lesionó en el segundo partido y Garrincha tuvo un ascendente sólo comparable al de Maradona en México 86.
Pelé y Garrincha fueron dos personalidades opuestas. No hubo un futbolista más amateur en su espíritu que Garrincha. Ni nadie más profesional que Pelé. Garrincha fue incorregible y se peleó con el establishment. Pelé llegó a ser el establishment.
su tumba, en el cementerio de Raiz da Serra, a 50 kilómetros de Río, sigue tan abandonada como entonces. El túmulo recibe pocas visitas. La última, el 2 de noviembre. Alguien dejó flores, lloró y se fue. Su hermana Rosa, de 82 años, la que le puso el apodo de Garrincha (un pájaro feo y veloz de la selva del Mato Grosso), se niega a que trasladen los restos a un mausoleo que mandó construir el alcalde de Pau Grande, localidad de 8.000 habitantes que le ha dedicado escuelas, un estadio y varios bares. Su nieto Rafael se prepara para una prueba en el Botafogo, el club del abuelo.
Hay un sentimiento nacional de culpa. Él nunca abandonó sus raíces populares. Fue explotado por el fútbol y se convirtió en el símbolo de la mayoría de los brasileños, que también son explotados", explicó el antropólogo José Sergio. "Dentro de 400 años, cuando se hable de fútbol, se hablará de Garrincha", sentenció João Saldanha, el seleccionador que llevó a Brasil al Mundial de México 70. "Le gustaba la cerveza y el aguardiente, pero odiaba ser elogiado", remachó esta semana su primer entrenador en el Esporte Clube de Pau Grande, Seu Toti, de 85 años.
Copa Mundial de Fútbol de 1958
Suecia
Campeón
Copa Mundial de Fútbol de 1962
Chile
Campeón
Copa Mundial de Fútbol de 1966
Inglaterra
Primera Ronda
Máximo Goleador de la Copa Mundial de Fútbol
1962
Mejor Jugador de la Copa Mundial de Fútbol
1962
Elegido el 4º Mejor jugador sudamericano del siglo
2006
Elegido el 8º Mejor futbolista del siglo
2004
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